jueves, 8 de enero de 2009

Viejos males. nuevas formas de exterminio






Argentina:
Pobreza, violaciones ambientales y la vuelta de viejas enfermedades

Leishmaniasis, leptospirosis, dengue, mal de chagas y hasta fiebre amarilla, enfermedades que aunque superadas en la técnica, ha vuelto al acecho en los últimos años, en paralelo a la expansión de los programas de vacunas y olvidadas recomendaciones al ciudadano. Señales que coinciden sin embargo, en dos puntos: pobreza y violaciones ambientales.

La Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud Carlos Malbrán, en su Plan Estratégico 2008-2011, informó que dada la creciente heterogeneidad de la población argentina y las elevadas tasas de pobreza, las provincias propenden al riesgo sanitario.

Es que aunque coexisten en el país problemas de salud similares a la de países desarrollados, predominantes en sectores de medios y altos ingresos, enfermedades infecciosas de importancia afectan a las clases desposeídas.

Por ello, según la Administración, si bien los indiciadores indicadores sanitarios ha mejorado respecto de las décadas pasadas, en los últimos años han emergido una vez más enfermedades infecciosas creídas superadas.

Infecciones

En todo el país, unas 2.5 millones de personas padecen de la enfermedad de Chagas –Mazza; en Corrientes casi mil personas se tratan por ella. En agosto pasado, una familia completa con ese mal fue notificada en Stella Maris a pocos kilómetros de Goya.

En tanto, la semana pasada, el Ministerio de Salud Pública debió reforzar reforzó los operativos sanitarios en las localidades lindantes a la provincia de Misiones y con otras naciones, para evitar que la fiebre amarilla se expanda por los pueblos de la costa correntina.

Sin embargo esta no fue la única enfermedad que convocó al alerta a las autoridades sanitarias en los últimos meses. Hasta octubre, Corrientes registraba 91 casos de perros infectados por leishmaniasis, 72 de ellos sólo en Ituzaingó.

Alteraciones en el hábitat

Especialistas epidemiólogos indican que la vuelta de muchas de estas enfermedades tienen causa en alteraciones que sufre el hábitat humano, como consecuencia de desmontes, sequías, inundaciones y el aumento de la temperatura.

Esto incide en el avance de enfermedades tropicales y en la reproducción veloz de insectos y roedores, que actúan como agentes transmisores de enfermedades. Los mosquitos, por ejemplo, se hacen cada vez más resistentes a las fumigaciones.

Sin embargo, el control sanitario urbano también es cuestionado. Suciedad o el contacto diario de las personas con la basura, la falta de agua potable para vastos sectores de la población y la precariedad de las viviendas y los servicios también forman un contexto adverso a la contención de los virus.

Pobreza

Según un artículo editorial publicado por el Jorge Osvaldo Gorodner Titular de infectología de la Universidad Nacional del Nordeste, director investigador del Instituto de Medicina Regional, la pobreza y el hambre son elementos concurrentes de alta significación para la permanencia de las enfermedades infecciosas.

"La desnutrición es un indicador de la magnitud del problema, además de otros factores, como la indigencia, la ignorancia, las falencias sanitarias y los cambios ambientales", sostienen el especialista.

El mes pasado, la Municipalidad de Corrientes reveló que de las 343.833 que habitan la capital correntina -el 40% del total provincial-, el 56.1% viven bajo la línea de pobreza, y el 24.6% no sortea siquiera la línea de indigencia. En tanto, existen al menos 4 mil niños desnutridos

"La desnutrición en su mayoría es consecuencia de la pobreza. Los niños desnutridos tienen mayores posibilidades de morir por diarrea, neumonía y enfermedades parasitarias o tender al padecimiento de enfermedades crónicas", dice el especialista.

Fuente Argenpress
http://www.argenpress.info/2009/01/argentina-pobreza-violaciones.html

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